CARRUSEL

"El tercer hombro es alguien tan invisible que parece que no se manifiesta hasta que lo necesitas. Es una sombra sin cuerpo que la proyecte. Es reacción sin necesidad de acción previa. El tercer hombro es eso y mucho más. Es un qué haces hoy para comer. Es un cambio mis planes para estar contigo. Es un te he hecho este favor sin que me lo pidieras. Y ni se te ocurra llamarlo favor, porque tú no me debes nada, porque jamás te lo voy a cobrar.
Un tercer hombro es tan difícil de encontrar como de identificar. Cuando todos se van de la fiesta, él se queda para limpiar. Cuando ya te has arruinado, él abre su cartera rebuscando entre lo que no tiene. Cuando todo el mundo te da la espalda, él da la cara. Cuando todo el mundo te señala, él se pone delante para que todos los dedos le disparen. Es la llamada de teléfono que suena todos los días cuando tu teléfono ya hace tiempo que ha dejado de sonar.
Cuida de tu tercer hombro. Cuídalo bien. Mira que es fácil darlo por hecho. Creer que está ahí porque tú eres tú. Porque tú lo vales. Porque te lo has ganao. Y nada más lejos de la realidad.
Tu tercer hombro es un regalo que te ha hecho el destino. Es un fallo en este sistema al que llamamos vida. Una rareza. Un bicho raro. Una anomalía. Y como toda anomalía hay que cuidarla, pues se encuentra en peligro de extinción.
El día que nos demos cuenta de cuánto los necesitamos, los tercer hombro serán reconocidos socialmente como se merecen. Habrá premios nacionales al mejor tercer hombro. Y por fin dejaremos de llamarles amigos. No porque no sean palabras sinónimas, que es cierto que a veces coinciden. Sino porque, para empezar, amigos puedes tener varios mientras que tercer hombro sólo uno.  Pero es que además, cuando puedes llamar a todo el mundo amigo eso es porque nadie lo es.
Yo prefiero estrenar concepto menos genérico. Menos prostituido. Menos traicionado por el paso de los años a golpe de decepción.
A partir de ahora, te llamaré tercer hombro. Y tú puedes llamarme como quieras."