¿VOTAMOS?

Hoy he leído en el periódico que el Tribunal Constitucional avala una sentencia del Tribunal Supremo y niega el derecho a voto a un joven con síndrome de Down. El motivo no es otro que el hecho de que tras pasar unas pruebas, se ha constatado que no tiene suficientes conocimientos de política y/o del sistema electoral entre otras cosas.
Permiso para carcajearme. No doy crédito. Si pasáramos algunas de esas pruebas no a cualquier ciudadano sino a los propios políticos a los que votamos ya veríamos a ver si estaban capacitados para votar, así que imaginemos para gobernarnos. Vamos, que es que al final podrían votar sólo unos cuantos.
Cada vez es más lamentable. Cada vez nuestros políticos y órganos judiciales se empeñan en demostrarnos lo ineficaces, inútiles y sinverguenzas que son.
Deberían aprender mucho más del afán de superación de esas personas a las que nuestra Ley Electoral impide el voto. Con lo que nos ha costado llegar al reconocimiento de algunos derechos como el de sufragio y algunos jugando a ser dueños de la voluntad de otros.
Está claro que hay mucho más discapacitado intelectual no reconocido de lo que nos pensamos. Por no decir imbéciles. Y encima votan. E incluso hacen leyes. Y nos gobiernan.
En fin.