Os dejo con una ilustración sobre la forma en que las expectativas de los adultos pueden influir en los niños y sus posibilidades. Es cierto que hay genios que no son buenos en lo que se esperaba de ellos pero lo son en otras facetas. Al igual que hay mucho idiota suelto que se cree un genio porque así se lo han hecho creer.
Hay que mantener los pies en el suelo y animarles pero no hacerles creer lo que no son o no podrán llegar a ser nunca. Yo no creo que sea cierto lo que se dice de que los niños pueden llegar a ser lo que quieran, lo que se propongan, que si sueñan deben perseguir sus sueños,..
Todo esto es muy bonito pero muy relativo también.Yo no creo que nadie (ni infantil ni adulto) pueda ser lo que quiera salvo si sus expectativas y posibilidades son reales. Sería importante también que las expectativas no fueran las del adulto sino las del propio niño. Un niño puede frustrarse si no le dejamos intentar hacer algo que le gusta. Pero igual de frustrado terminará si le hacemos pensar que llegará donde no puede. Los extremos no son buenos. Todo en su justa medida.
Esto daría para un ratito de charla. Pero ahí queda...
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