domingo, 30 de octubre de 2016

UNA DE MAESTROS

Sin una pizca de nostalgia pero llevada por el movimiento que hay en las clases estos días después de la adjudicación de plazas de prácticas en diferentes colegios, he hecho un breve y rápido repaso por los maestros que he tenido y que tengo en la actualidad.
Pueden resumirse en dos grupos. Están aquellos maestros que tienen el vicio (para mí incomprensible) de pensar que todo lo saben y que por no sentir la necesidad de escuchar a nadie en su inexactitud terminan por ir cerrando el oido hasta quedarse sordos.
Y luego están aquellos a los que quiero parecerme cuando sea maestra. Aquellos otros que tienen el don de hacer algo  novedoso de  todo lo que saben, abiertos a aprender de aquel al que enseña, preocupados no sólo por lo que pueden explicar sino por lo que  sus alumnos pueden aprender y que tienen tal generosidad  y una fuerza tan arrolladora que  día a día dando lo mejor de sí se dedican a sacar lo mejor, no de ellos mismos sino siempre de los demás.
Casi nada...


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